jueves, 7 de octubre de 2010

Supervivencia: n.f. Acción y efecto de sobrevivir

Vengo de escaparme a arañazos de la tristeza más devastadora que haya conocido jamás. Una de las más letales. La desprovista de lágrimas. La que inunda de silencio todo y la que le arranca el sentido a cada minuto del día. Cuando dormir y despertar sólo se convierten en una continuación del mismo día que uno suplica por terminar. Yo que fui medusa, erinia, espuma de mar, tormenta de desierto, sirena de cuento, cascada mortal, colina interminable, mariposa efímera... Nada de repente. Sólo silencio. Sin paisajes ni perspectiva. Sin descanso ni sueño ni sosiego. Metida hasta el fondo en un laberinto sin paredes que nunca inventé.
Inhalo. Exhalo.
Sobreviví. No sé cómo. Vengo sin piel y sin huesos. Lacónica y sin reservas de veneno. Me quedé con lo fundamental y hoy, así como es, está bien.

3 comentarios:

  1. :c

    muy bonito Lourdes Meraz! Pero triste.. triste..
    "Sobreviví. No sé cómo. Vengo sin piel y sin huesos."

    CCV

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  2. Es que a veces la vida es cabrona, Señorita CCV... muy cabrona. Eso sí, no tanto como usté.
    Un abrazo:
    Lou...

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  3. Lourdes Meraz.. Me permití tomar esa frase prestada..

    Un beso.

    CCV

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