martes, 26 de abril de 2011

Disertaciones en torno al pesimismo

El problema del Eros es que incluye al Tánatos y uno ya no sabe a dónde ir ni qué pulsasiones seguir. De ahí la sabiduría de los suicidas: supieron desprenderse de todo institinto de supervivencia. Los mejores, no vivieron para contarlo.
Somos los más quienes nos quedamos para entenderlo todo poco a poco. En el camino se ganan sonrisas y luciérnagas, pero librarse del desasosiego no es de mortales (y la mitología cuenta que tampoco de inmortales). Lo que nos queda es asumir el camino de la incertidumbre y llamarle capacidad de sorpresa. Uno trata entonces de encontrar la belleza en los detalles, pero la monstruosidad es inevitable. Ahí está la trampa de lo torcido: a fuerza de tanta consternación, se empieza a agarrarle gusto a lo terrible; en otros casos sólo se expande el umbral del dolor, pero finalmente uno termina con las corazas impenetrables y las intenciones afiladas. Los más osados recurren a especialistas de la salud mental; los más cansados pierden el apetito de vida, la brújula y la sonrisa. Otros nos ponemos a escribir las cosas que no entendemos sólo para saber que no entendemos nada. Absolutamente nada.

miércoles, 6 de abril de 2011

Urgencias las 24hrs

Se escriben cartas de desamor.

Categorías y estilos: arrebatado, suicida, con mensajes subliminales, pornográfico, exhibicionista, reservado, presuntuoso, con animales fantásticos, con paisajes posibles o imposibles, con colores reales o de ensueño, preciosista, con verdades fulminantes o encantadoras, con lujo de detalles o austeridad entre las líneas.

Escritas a mano aumentan considerablemente su estrella y su precio.
No se aceptan reclamaciones.