jueves, 17 de mayo de 2012

Ver, oír y callar

Quisiera saber un poco más del silencio. Aprender más del asunto de callarse la boca, la cabeza, los brazos y las promesas.
Saber detenerse no es una habilidad; es un acto para el que se necesitan muchas pruebas de ensayo y error. Y yo que siempre me equivoco. Yo que siempre termino diciéndolo todo; como si las palabras fueran ráfagas de voz tratando de multiplicarse entre las vocales y las consonantes que en el trayecto buscan su lugar. Yo que me tardo tanto en aprender. Yo que grito todos los nombres posibles para ver si encuentro el que le pertenece a las cosas del mundo: a la injusticia, a la divinidad, a los besos, a los atentados, a las cascadas, a los pájaros... Yo que en este intento de nombrarlo todo termino acorralada entre definiciones y conceptos que no hallo cómo acomodar. Y todo por no saber detenerme. Todo por no querer esperar. Todo por tener el espíritu apresurado.
Pausa.
Lo intentaré de nuevo.
Quisiera saber un poco más del silencio.
Quisiera saber un poco más.
Quisiera saber.
Quisiera.
Silencio.

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