viernes, 20 de enero de 2012

Por todos lados

De repente siento que tengo tu nombre por todos lados; como si todo el tiempo escuchara tu voz. Como si pudiera burlar cualquier distancia.
La calamidad me sucede y sé que en alguno de tus rincones me puedo esconder. También me puedo sembrar y después ponerme a crecer. Germinar en tus brazos.
También me gusta pensar que así, de alguna manera, te pongo a salvo. No sé de qué; tampoco de quiénes. Con que aquí te quedes y te mojes los pies en el agua de estas orillas, está bien.
Con eso.

2 comentarios:

  1. Hola, Lou: gracias por recordarme esta pasión que también habita en mí. Recibe un fuerte abrazo.

    Una errata: "No se de qué...", debe decir: "No sé de qué...".

    ResponderEliminar
  2. ¡Uf! Me salvaste Angélica. Muchísimas gracias por tu observación y tu visita.
    Abrazo fuerte, fuerte.

    ResponderEliminar