Escribir es una de esas cosas fundamentales que hace uno mientras se muere. Aprender a hacerlo lleva toda esa vida.
¿A quién no le gusta llenarse de palabras buenas y generosas? ¿Quién no se siente agradecido con la palabra precisa en la peor de las tempestades?
Estamos los que aspiramos a entenderlas, a desdoblarlas, a tejerlas de la mejor manera.
En el camino me encontré a quien sabe ponerles líneas y colores de una forma que, no a pocos, nos saca el aliento. Se llama Siddartha Babbii y yo creo que es de los elegidos que sabe dibujar los sueños. Este es uno mis favoritos.
Ojalá que nuestra historia llene a muchos ojos de azul.
¡Felicidades, Lu! Yo quiero verlo :)
ResponderEliminarHola Lou, se ve genial... atrapo mi atención...abrazo.
ResponderEliminar